martes, 8 de octubre de 2013

Wake up !


Creo que fue el político norteamericano Augustus P. Gardener quien hizo famosa la frase “Wake up, America !” (¡ Despierta América !) a principios del siglo XX. Bien, pues no sé qué político español sería el más idóneo para proclamar esto mismo en nuestro país pero es algo absolutamente necesario. Tal vez el error sea que tenga que ser un político quien lo diga, pero de lo que estoy seguro es que son muchos los políticos quienes debieran ponerse a ello y dar ejemplo.


Cinco años de crisis y sin atisbo alguno de una pronta salida. La crisis no afecta solo al ámbito económico sino paralelamente está socavando el bienestar social y el sistema político. Ante esta grave situación la única alternativa que nos ofrecen aquellos que tienen la capacidad de decidir (y no me refiero necesariamente a los políticos) es la que impone “el autoritarismo pos democrático” tal y como denomina Josep Ramoneda. 


¿En qué consiste esta propuesta? Es la que están ejecutando la mayor parte de los gobiernos de la Unión Europea: menos Estado y aún más, menos Estado social. La creación de empleo solo se fundamenta sobre las bases de la flexibilidad olvidando la seguridad laboral. Se reducen los costes salariales y fiscales para las empresas para dinamizar la contratación. Consecuencia, más inestabilidad laboral, más inseguridad, menos cotizaciones sociales y más temporalidad sin que haya muestras de una mejora sustantiva en la competitividad.


La calidad del empleo que se crea, allí donde se está creando, dista mucho de los parámetros establecidos hace apenas un lustro. En Europa el trabajo cualificado, en el mejor de los casos, está saliendo de los países más castigados por la crisis económica hacia los vagones de cabeza del tren económico europeo. Una observación al respecto. Alemania, nuestra locomotora, introdujo los recurrentes “minijobs” sin que ha día de hoy hayan supuesto reactivación alguna de su merado de trabajo sino más bien todo lo contrario. En España, la prospectiva de crecimiento del actual Gobierno del Partido Popular no parece estar basada en la innovación y el desarrollo tecnológico, sino en el improductivo sector servicios y en una paulatina recuperación de  la construcción. Menudo panorama.


Tengo la esperanza que la socialdemocracia europea se erija como alternativa capaz de plantear una propuesta plausible para sostener y recuperar si cabe los derechos sociales perdidos en estos años además de posibilitar un crecimiento económico sostenido.  Quiero ser optimista respecto a lo que los socialistas podamos proponer en mi país si somos capaces de recuperar la credibilidad a través de planteamientos netamente alternativos basados en recuperar la competitividad sin menoscabar el Estado de bienestar.


Y ante esta situación ¿Qué puede hacer la sociedad civil? La respuesta sólo puede ser “Wake Up !” despierta , no esperes aletargado, no te resignes, reacciona, actúa. En su toma de posesión como presidente de los EE.UU., J.F.K. pronunció la famosa frase “Ask not what your country can do for you, ask what you can do for your country” (No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tú país.) Al recurrir a este slogan no pretendo animar a la despreocupación sobre las responsabilidades que tiene el Gobierno y la clase política en general para sacarnos de la crisis, como he dicho antes, son nuestros representantes públicos quien deben liderarnos en este proceso, los que deben dar ejemplo. Con esta proclama pretendo llamar la atención sobre la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros, la sociedad civil,  de contribuir conjunta e individualmente no solo para reivindicar nuestros derechos sino para hacer todo lo posible por ser productivos a la sociedad. 


Una parte de los millones de parados de este país están cobrando una prestación por desempleo o un subsidio, otros están amparados por la protección que les ofrece su entorno familiar y no son pocos los que acuden a la economía sumergida. Mi admiración para el parado que dedica 8 horas a formarse y/o encontrar trabajo, mi admiración para el trabajador autónomo que se adapta, innova y es capaz de incorporar un nuevo trabajador a su empresa , mi admiración para el trabajador que se esfuerza y se compromete con su trabajo, mi admiración para aquellos que emprenden un negocio de cero, mi admiración para el sindicalista que se implica al máximo por sus compañeros, mi admiración para aquel funcionario que presta un muy buen servicio, mi admiración por aquellos  empresarios que siguen apostando por la continuidad de sus trabajadores… mi admiración para todos ellos.


Todos y cada uno de nosotros, por mucho que nada tengamos que ver con lo que está pasando, por mucho que ahora estemos soportando más cargas que aquellos que si tuvieron responsabilidad sobre sus actos, tenemos que ser capaces de preguntarnos qué podemos hacer para ser útiles socialmente y si no lo estamos haciéndolo ya, despertar, reaccionar y actuar.

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