viernes, 29 de noviembre de 2013

Una reflexión en alto sobre el 15 M

En enero hará dos años desde que presentara un breve estudio para el área de Ciencias Políticas de la Universidad de Burgos sobre el que tal vez, ha sido el movimiento social más relevante de las últimas décadas: El 15 M. He creído oportuno reflejar aquí las conclusiones que obtuve dado que, dos años y medio después, han sido las protestas acontecidas recientemente en la Universidad de Granada con la presencia del Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba las que han vuelto a poner de manifiesto este movimiento . Si os ha resultado interesante y queríes leer un amplio resumen del trabajo, no dudéis en pedírmelo. 

" El 15 M ha supuesto un fenómeno a escala internacional. Su germen, las revoluciones civiles del norte de África. Su origen, la concentración en la plaza de la Puerta del Sol de la capital española de miles de ciudadanos “indignados”. Su causa, la frustración ante la incapacidad de la clase política de ofrecer una salida a la crisis económica.
 
La partidocracia, el gobierno de los mercados financieros a través de los partidos políticos mayoritarios, ha sido objeto de las críticas principales del movimiento que aunó sensibilidades en pro de reivindicar una serie de derechos sociales para garantizar la dignidad de las personas, principalmente un trabajo y una vivienda dignos.

Dichas reivindicaciones tuvieron su eco en los prolegómenos de las elecciones municipales de mayo y de las generales de noviembre de 2011. Los medios de comunicación se hicieron eco del movimiento mientras éste podría influir en los resultados electorales y han ido progresivamente olvidándolo cuando el 15 M ha abandonado la ocupación de las plazas y sobre todo cuando aún está lejos que vuelvan a distorsionar en mayor o menor medida el comportamiento electoral de los españoles.

Porque, sin ser la causa principal, el 15 M influyó en el comportamiento electoral de parte del electorado socialista, de su electorado tradicional y de su electorado potencial y distorsionó el resultado definitivo de las elecciones. Muchos de los nuevos electores que normalmente votan opciones políticas de centro – izquierda, principalmente al PSOE, dejaron de hacerlo en 2011. Muchos de los votantes tradicionales del PSOE que se sintieron defraudados por su partido, eligieron votar otras opciones que no pasaban por el Partido Popular sino por otros partidos minoritarios, algunos de nueva cuña como UPyD.

Del estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado tras las pasadas elecciones autonómicas y municipales quiero resaltar dos preguntas que tienen que ver con la influencia del 15 M en el sentido de su voto:

1) “A la hora de decidir su voto, ¿hasta qué punto ha tenido usted en cuenta las movilizaciones que se han producido recientemente bajo el nombre de “democracia real” o “15 M”: mucho, bastante, poco o nada?” Las respuestas fueron: mucho  el 8.0 %, bastante el 10.2 %  y poco 9.7 %. Por lo tanto, un 29.7 % de los encuestados admitió verse influido por las acciones y reivindicaciones del movimiento 15 M

2) Posteriormente, a toda la gente que admitió haber sido influenciado de alguna manera, se le volvió a preguntar “¿y en qué sentido las ha tenido en cuenta?” Éstas son las respuestas recogidas: le animaron a ir a votar, ya que no pensaba hacerlo:  14.4 %, cambió el voto del partido al que pensaba votar: 8.9 %, se reafirmó en la intención de votar al partido al que pensaba votar: 33.5 %. le animaron a no ir a votar: 12.8 %, le animaron a votar en blanco o nulo: 8.9 %.

La encuesta no preguntaba por la intención de voto a partidos pequeños, por lo que sólo podemos resaltar que, entre abstención, voto en blanco y voto nulo, se recogieron el total de un 21’7%.  En cualquier caso, una influencia global del 29.7 % significa que, si extrapolamos la muestra al total de la población española con derecho a voto, estamos hablando de un total de más de 10’5 millones de electores a los que fueron infuídos en mayor o menor medida por los mensajes del 15 M.

El 15 M influyó, no de manera determinante pero sí de manera significativa. En el caso de las elecciones municipales de 2011 al Ayuntamiento de Burgos parte de los 9.300 votantes que retiraron su apoyo al PSOE lo hicieron influenciados por el 15 M del mismo modo que muchos de los nuevos votantes que podrían haber votado al PSOE en condiciones normales, no lo hicieron influenciados por este movimiento social.
 
Podemos afirmar que ante el 15 M, el centro derecha acudió mayoritariamente a las urnas como lo había hecho siempre a votar al PP, mientras que parte el centro izquierda acudió a las plazas a dar su apoyo al movimiento y o bien votó otras opciones políticas no mayoritarias, o bien se quedó en casa en la jornada electoral.

No obstante no es el movimiento en sí en el que hay que buscar la causa del desapego de parte importante del electorado del PSOE sino en los hechos que provocaron que surgiera el 15 M. La principal de las razones de la debacle socialista no es otra que el desgaste sufrido al frente del Gobierno de España por las medidas adoptadas para atajar la crisis económica. 

El 15 M solo fue un medio que encauzó una sensibilidad ciudadana indignada, decepcionada y defrauda con la clase política en general pero fue el Partido Socialista el que pagó las consecuencias. El electorado socialista es permeable, es sensible, es crítico y el 15 M supuso una válvula de escape extraordinaria para muchos votantes del PSOE."

lunes, 11 de noviembre de 2013

Neoliberalismo. La sociedad no existe, solo existen los individuos.

Josep Ramoneda nos recuerda al hablar de la izquierda en tiempos de crisis lo que ya apuntaba Tzvetan Todorov  en Los enemigos íntimos de la democracia, que la tiranía neoliberal se caracteriza por una concepción de la economía como actividad completamente separada de su vida social, que debe escapar al control político.


Pierre Dardot y Christian Laval definen el neoliberalismo como una forma de vida que sitúa a cada uno de nosotros en un universo económico de competencia generalizada, que conmina a las poblaciones a entrar en una lucha económica los unos contra los otros, ordena las relaciones sociales conforme al modelo de mercado. Y transforma al propio  individuo, llamado a concebirse a sí mismo como una empresa. Max Weber ya señalaba que el espíritu del capitalismo es el control de la conducta efectiva de los sujetos sociales. 


La hegemonía neoliberal va muy ligada a la dispersión de las clases populares fruto de las mutaciones del capitalismo en los últimos 30 años. La fuerza que la clase obrera tenía en el capitalismo industrial se ha debilitado enormemente en el capitalismo financiero y de servicios. El éxito de la ideología neoliberal ha sido precisamente desocializar a las clases populares  y mantenerlas siempre en conflicto entre ellas.


El triunfo del neoliberalismo como sistema basado en el principio de competitividad, a partir de la década de 1980, con el impulso de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, ha tenido un sistema basado en la genuina idea de la premier británica de que la sociedad no existe, solo existen los individuos.


La derecha presume de la libertad haciendo de la libertad económica un mito. La libertad de mercado es la figura. La base de la libertad conservadora es la propiedad. Con lo cual se establece desde el origen una fractura en la sociedad entre los que son libres porque tienen propiedades y los que no tienen nada. Pero esta idea que relaciona propiedad con libertad se ha extendido eficazmente en el tejido social. Y ha empujado a mucha gente a hipotecar sus cuotas de libertad en la propiedad.  

Estractos recogidos de "La Izquierda Necesaria" de Josep Ramoneda. Ed. RBA Libros, S.A, 2012.