lunes, 27 de enero de 2014

El porqué de las cosas. Influencias del pensamiento político.

Todos estamos influenciados en nuestra manera de ver las cosas. En mi caso, a lo largo de mi vida he ido descubriendo distintas visiones de los grandes pensadores, en ocasiones (las menos) por obligación académica y la mayoría por pura inquietud y afán de descubrimiento. Todo ello unido a la experiencia personal que cada uno va adquiriendo en la vida, configura el conjunto de principios y valores de cada persona.

No es fácil enumerar a todos los intelectuales, filósofos, sociólogos, economistas, politólogos y escritores que han dejado huella en mi manera de interpretar el mundo, pero si tuviera que elegir a "mis 7 magníficos" serían los que señalo en esta publicación. No es difícil al repasar cada uno de ellos adivinar que para mí, si hay un periodo que revolucionó el pensamiento político esa fue la Ilustración.  

Si bien es muy difícil sintetizar en un post qué es lo que me atrajo de cada uno de ellos, al menos tendréis una idea aproximada del por qué pienso de determinada manera sobre algunas cosas. 

Montesquieu (1689-1755): Si bien su prisma socioeconómico estuvo impregnado por John Locke (uno de los padres del liberalismo) lo que me fascinó fue su obra más política El Espíritu de las Leyes, donde se habla por primera de la separación de poderes en el Estado, principio fundamental en los sistemas políticos en los últimos tres siglos. 

Rousseau (1712-1778): Su “contrato social”, en mi opinión la obra cumbre de la Ilustración. Padre de la nueva política. Ingeniero del Estado republicano, donde el poder reside en un pueblo que legisla. “El poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de todos los ciudadanos”. Mediante El Contrato Social, Rousseau abre paso a la democracia, de modo tal que todos los miembros reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo cuerpo político. El ideal político se basa en la autonomía racional con la que los ciudadanos  se entregan al pacto social.
 
Bentham (1748-1832): Padre del utilitarismo. En su obra más representativa Introducción a los principios de moral y legislación. Su defensa de que el objetivo último de lograr “la mayor felicidad para el mayor número” le acercó a corrientes políticas progresistas y democráticas.  

Stuart Mill (1806-1873): En su obra Sobre la libertad lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad de expresión. Defiende el discurso libre como una condición necesaria para el progreso social e intelectual. Mantuvo que la libertad social es “la naturaleza y límite del poder que puede ser legítimamente ejercitado por la sociedad sobre el individuo”. Mill pudo ser el primer pensador feminista de la historia, defensor nato de la educación de la mujer y su protagonismo social. En su libro El utilitarismo desarrolló el “principio de la mayor felicidad” de Bentham por el cual uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas. 

Bernstein (1850-1932): Tal vez el más importante exponente de la socialdemocracia. En su obra Las tareas del socialsimo y las premisas de la socialdemocracia afirma que las predicciones del marxismo son erróneas. Los obreros ya viven mejor, el capitalismo es más fuerte y existe ya legislación social, lo que conduce a una revisión y corrección del pensamiento clásico marxista. Su pensamiento adopta algunos valores liberales como positivos para enriquecer el socialismo. Defiende el sufragio universal como herramienta indispensable en defensa de la clase obrera. “Los socialistas han de ser el partido del proletariado pero no la dictadura del proletariado”. No es precisa una revolución violenta para llegar al socialismo, sino una evolución por medio del sindicalismo y la acción política pacífica. 

Keynes (1883-1946): Clave en las políticas económicas desarrolladas por gobiernos de corte socialdemócrata y social-liberal. La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada. 

Bobbio (1909-2004): Demócrata por encima de cualquier otra cosa. La democracia como conjunto de valores para la toma de decisiones colectivas. A camino entre el socio liberalismo y la socialdemocracia ha analizado las ventajas y desventajas del liberalismo y del socialismo. La Democracia, los derechos y la paz como ideales fundamentales. Por destacar dos de sus obras que he leído Igualdad y Libertad y Derecha e Izquierda.

2 comentarios:

  1. Con estas referencias es casi un milagro que no hayas salido liberal ;)

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  2. La clave fue estudiar a Bernstein. Fué lo que me más me marcó. Smith y Locke siempre me parecieron unos egoístas y no te digo nada lo que pienso de sus correligionarios modernos. El comunismo por muy nobles que sean sus planteamientos, llevado a la práctica, se ha demostrado que es un desastre. ¿Qué me queda? Libertad, igualdad y justicia Social. En resúmen, seamos solidarios. Me quedo con la Europa que conocimos entre 1950 y 1990 exceptuando a Tatcher. Económicamente no aguanto a Friedman, supongo porque creo en el Estado como regulador e interventor del mercado. El remate fue conocer la vida y obra de Olof Palme y Willy Brandt como políticos y sobre todo la de González. De ahí mi militancia en un partido progresista y socialdemócrata como el PSOE.

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