Perdón. No puedo empezar esta reflexión sobre lo acontecido estos
días en el PSOE sin antes pedir disculpas a millones de votantes
socialistas que la semana pasada no reconocían a nuestro partido. Que lo
diga en este caso un mero Secretario General de una Agrupación
Municipal no significa mucho, pero después de lo ocurrido tampoco sobra.
Si nuestro partido se hubiera propuesto planificar una estrategia
para llegar a la situación política en la que hoy nos encontramos, nunca
habría obtenido un resultado peor que el actual. Después de todo,
tenemos una Comisión Gestora a menos de un mes para que se convoquen las
terceras elecciones generales en menos de un año.
Ahora bien, esta reflexión en alto no va de reproches y mucho menos
de revanchas. Los socialistas no podemos permitirnos malgastar un solo
día más en recriminarnos dimisiones que tumban ejecutivas o urnas
constituidas sin garantías. Tampoco va de Congresos convocados según
convenga a unos y a otros, ni de debates estériles sobre estrategias
desfasadas en contextos ya superados.
Va de intentar trasladar a aquellos que tienen la responsabilidad de
acertar, que hoy lo que toca es recuperar el partido. Y para ello no
sobra nadie, al contrario. Nunca ha sido más necesario el compromiso de
todos y cada uno de los militantes socialistas con su organización. Por
lo tanto el primer llamamiento es para los responsables de las
federaciones y agrupaciones del PSOE, para que prioricen entre sus
acciones un llamamiento a todos aquellos compañeros y compañeras que se
están cuestionando su continuidad en el PSOE.
Esta reflexión trata de despejar cualquier tipo de duda sobre el
momento en el que nos encontramos, asumiendo nos guste o no, que el
Comité Federal ya ha descartado la celebración de un Congreso
Extraordinario exprés, y trata de centrar la atención sobre la necesidad
de mantener o no la resolución que este mismo órgano aprobó el 28 de
diciembre de 2015 (no al PP y no al diálogo con cualquier formación que
no se oponga a consultas que amenacen la unidad nacional).
Si el Comité Federal mantiene la resolución, acudiríamos a unas
nuevas elecciones generales en diciembre, sin liderazgo en el partido y
eligiendo candidatos/as al Congreso y al Senado en poco más de un mes (y
un candidato/a a la presidencia del Gobierno en primarias). Confiar a
estas alturas en algún tipo de acuerdo que conlleve la complicidad de
Ciudadanos junto a la de Podemos o en la presión que ejerceríamos sobre
el Partido Popular para que se entienda con los nacionalistas es algo
surrealista.
De no mantenerla, debemos decidir si existen posibilidades reales de
alcanzar en unas semanas un acuerdo para una alternativa de Gobierno con
el apoyo de Podemos y otras formaciones nacionalistas (entiendo que
entorno a un nuevo candidato/a socialista a la investidura), lo cual se
me antoja bastante complicado y arriesgado, o bien ordenar al Grupo
Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados que se abstenga
en una nueva investidura de Mariano Rajoy, lo cual tiene muy mal encaje
desde muchos puntos de vista, el ideológico principalmente, pero que de
entre las opciones es, muy a mi pesar, la más posibilista.
Todas ellas hacen rehén al partido de su decisión a medio/largo plazo
y lejos de ofrecerle un escenario favorable, lo presentan en el mejor
de los casos lleno de dudas e incertidumbre, lo cual no impide que
debamos afrontarlo.
En cualquier caso esta decisión la debe adoptar el Comité Federal. Ni
la Comisión Gestora, ni una consulta a los militantes puede suplantar
al órgano que tiene la competencia estatutariamente. Y sí, también debe
ser el Comité Federal quien determine la fecha del Congreso
Extraordinario una vez que se resuelva la gobernabilidad del país y sin
mayor demora.
Dicho esto, considero que debemos aprovechar todas las herramientas
de las que dispone nuestro partido para ayudar al Comité Federal a tomar
la decisión más acertada. Las Ejecutivas de cada ámbito territorial
debieran considerar si convocan sus Asambleas o Comités
correspondientes, o bien adoptar los acuerdos que estimen oportunos para
trasladárselos a aquellos compañeros/as que elegimos para
representarnos en el Comité Federal para que sepan cual debe ser la
posición que han de defender y el sentido de su voto, y evitar un nuevo
bochorno como el del sábado pasado.
Y mientras tanto, es responsabilidad de cada uno de los militantes
sumar voluntades para recuperar el consenso entre nosotros, más si cabe
de los dirigentes. No va a ser ni la primera ni la última vez que este
partido salga fortalecido de una crisis, por muy grave que haya sido.
Siempre que lo ha logrado ha sido desde la unidad, respetando la
pluralidad de opiniones y derivando las críticas al ámbito interno.
La fuerza del PSOE radica en todos nosotros, en los militantes de
base pero también sus dirigentes, por lo que todos somos necesarios para
trasladar la voz del partido en las instituciones, en las asociaciones y
los movimientos sociales, en los centros de trabajo, en las calles y en
los barrios.
Ahora tocar hacer partido, toca de nuevo hacer Agrupación. Tenemos
que retomar el contacto entre nosotros, ocupar el espacio de diálogo en
las sedes y en las casas del pueblo. Esta la única fórmula para tener
éxito en el que, sin perder un día más, debe ser el empeño de todos los
cargos públicos y orgánicos, de todos los militantes y simpatizantes:
Recuperar el partido.
Daniel de la Rosa
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos
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