sábado, 29 de agosto de 2015

El presupuesto de 2016, primera prueba de fuego para el gobierno en minoría de Lacalle

Terminado el periodo estival, llegando septiembre, da comienzo un nuevo curso político que presenta de entrada, una incertidumbre desconocida desde hace décadas en buena parte de las instituciones de nuestro país, y particularmente en el Ayuntamiento de Burgos.

Las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, han proporcionado un nuevo mapa político autonómico y municipal, mucho más plural, con muy pocas mayorías absolutas en los parlamentos regionales y consistorios. Esta nueva situación va a posibilitar comprobar la capacidad de los distintos gobiernos en minoría de llegar a acuerdos con el resto de grupos políticos y si merecen o no seguir ostentando la confianza de la cámara parlamentaria o el pleno de la corporación, según corresponda, ante los distintos trámites que se van a iniciar para la aprobación de los diferentes presupuestos para el año que viene.

Esta es la situación que tenemos en el Ayuntamiento de Burgos. A partir de ahora, el gobierno del Partido Popular va a tener que demostrar que es capaz de asumir su situación de clara minoría respecto al resto de grupos políticos municipales que forman parte de la corporación. La primera prueba de fuego a la que se va a enfrentar es la aprobación o no, del presupuesto municipal de 2016.

La máxima responsabilidad la tiene, como no puede ser de otro modo, el señor Lacalle y su gobierno. De ellos depende que nuestro Ayuntamiento pueda contar con un nuevo presupuesto o en cambio se vea obligado a prorrogar el actual, con las dificultades que eso conlleva para garantizar la continuidad de los compromisos contractuales adquiridos, el desarrollo de aquellas inversiones necesarias, la amortización de la deuda o el propio equilibrio presupuestario.

El pasado jueves, el actual regidor, el Sr. Lacalle anunció que se muestra dispuesto a mantener reuniones con los distintos grupos políticos municipales y que no habrá “líneas rojas” a la hora de abordar las conversaciones de cara al presupuesto. Faltaría más. No se trata de que no haya líneas rojas, sino de que se inicien las conversaciones desde un plano horizontal en igualdad entre los distintos grupos políticos, sin prerrogativas y con la necesidad interiorizada de tener que asumir también el criterio y las prioridades de los demás.

El Grupo Municipal Socialista ya empezó a reunirse con distintos colectivos el pasado mes de julio para ir recabando información sobre sus necesidades y peticiones para el presupuesto del año que viene. Empezamos reuniéndonos con representantes de los vecinos, con el Consejo de Barrio de Gamonal y con el Consejo de Barrio de Villímar. Además, ya hemos retomado el contacto que mantuvimos con anterioridad a las elecciones con distintos colectivos sociales como la comunidad gitana u otros colectivos profesionales como los taxistas.

Esta va a ser nuestra principal tarea para los próximos meses: retomar las reuniones con todos los colectivos que colaboraron en la elaboración del programa electoral del PSOE, durante los cinco meses previos a las elecciones, para priorizar y concretar en el próximo presupuesto el compromiso que adquirimos con ellos.
Nosotros vamos a cumplir con nuestro compromiso electoral a pesar de encontrarnos por ahora en la oposición. Vamos a trabajar porque el próximo presupuesto municipal priorice aquello por lo que apostamos en nuestro proyecto de gobierno abierto para Burgos: el empleo y los servicios sociales desde la máxima transparencia y participación posibles.

Velaremos porque se dé cumplimiento al acuerdo plenario a propuesta del PSOE de crear y presupuestar el servicio municipal de empleo del Ayuntamiento de Burgos. Abogaremos por colaborar con los sectores estratégicos de creación de empleo de nuestra ciudad: la industria, el comercio, el turismo y el tercer sector. Propondremos ir recuperando progresivamente el presupuesto municipal de la Gerencia de Servicios Sociales del año 2011, reforzando los distintos programas de inserción y asistencia social que proporcionamos, e incorporando nuevos como el parque municipal de vivienda social y el futuro servicio municipal anti desahucios.

El PSOE va a mantener una posición abierta al diálogo y al consenso con el resto de grupos políticos de cara al presupuesto de 2016, también con el Grupo Popular, siempre y cuando ellos demuestren que son capaces de interiorizar y actuar en consecuencia de su situación de gobierno en minoría. A partir de ahí, haremos valer nuestra posición no imponiendo, sino proponiendo desde la máxima responsabilidad pero también desde la firmeza del compromiso adquirido con los más de 20.000 burgaleses y burgalesas que confiaron en nosotros el pasado mes de mayo, para desarrollar en la medida de nuestras posibilidades nuestro programa.

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