lunes, 11 de noviembre de 2013

Neoliberalismo. La sociedad no existe, solo existen los individuos.

Josep Ramoneda nos recuerda al hablar de la izquierda en tiempos de crisis lo que ya apuntaba Tzvetan Todorov  en Los enemigos íntimos de la democracia, que la tiranía neoliberal se caracteriza por una concepción de la economía como actividad completamente separada de su vida social, que debe escapar al control político.


Pierre Dardot y Christian Laval definen el neoliberalismo como una forma de vida que sitúa a cada uno de nosotros en un universo económico de competencia generalizada, que conmina a las poblaciones a entrar en una lucha económica los unos contra los otros, ordena las relaciones sociales conforme al modelo de mercado. Y transforma al propio  individuo, llamado a concebirse a sí mismo como una empresa. Max Weber ya señalaba que el espíritu del capitalismo es el control de la conducta efectiva de los sujetos sociales. 


La hegemonía neoliberal va muy ligada a la dispersión de las clases populares fruto de las mutaciones del capitalismo en los últimos 30 años. La fuerza que la clase obrera tenía en el capitalismo industrial se ha debilitado enormemente en el capitalismo financiero y de servicios. El éxito de la ideología neoliberal ha sido precisamente desocializar a las clases populares  y mantenerlas siempre en conflicto entre ellas.


El triunfo del neoliberalismo como sistema basado en el principio de competitividad, a partir de la década de 1980, con el impulso de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, ha tenido un sistema basado en la genuina idea de la premier británica de que la sociedad no existe, solo existen los individuos.


La derecha presume de la libertad haciendo de la libertad económica un mito. La libertad de mercado es la figura. La base de la libertad conservadora es la propiedad. Con lo cual se establece desde el origen una fractura en la sociedad entre los que son libres porque tienen propiedades y los que no tienen nada. Pero esta idea que relaciona propiedad con libertad se ha extendido eficazmente en el tejido social. Y ha empujado a mucha gente a hipotecar sus cuotas de libertad en la propiedad.  

Estractos recogidos de "La Izquierda Necesaria" de Josep Ramoneda. Ed. RBA Libros, S.A, 2012.

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